Funciona a partir de una máquina que es capaz de emitir ultrasonidos no audibles que consiguen eliminar este tipo de imperfecciones sin dañar la piel.
Las ondas y vibraciones, de entre 200 a 400 kHz, son lanzadas por el equipo hacia la dermis y se encargan de destruir toda la parte superficial del tejido celular sin llegar a dañar las capas inferiores.
Posteriormente con la espátula de acero quirúrgico que acompaña al aparato se van retirando las impurezas mediante distintos programas de acción. Una vez se ha realizado el tratamiento es recomendable que se apliquen cremas, mascarillas y sueros en la piel que aporten frescor, vitaminas, tonificación y firmeza a tu piel, reparándola al instante.
Los beneficios de esta técnica se producen a raíz del potencial del ultrasonido para penetrar en el tejido subcutáneo de entre tres y diez centímetros.